viernes, marzo 13

¿Cómo podía algo tan hermoso y apasionado terminar de una forma tan repentina y definitiva? ¿Cómo era posible que aquellos besuqueos junto a una pared de ladrillos en la oscuridad de una calle desierta se terminaran abruptamente como si nunca hubiera existido? Era como si la Tierra hubiese dejado de girar de golpe, sin más, frenándose poco a poco sin previo aviso a sus habitantes, para prevenir el fin. Mi aterrizaje les aseguro que fue duro y me dejo dolido el culo.
Nada garantizaba que las relaciones más ardientes, ni siquiera las más afectuosas, durasen para siempre.La relación a la que me refiero era tan profunda como un charco ( perdón que suela ser tan exagerada con mis ejemplos) había creído que lo amaba, porque mis motivos no eran del todo estúpidos. Un hombre aparentemente seguro de sí mismo, que tenía sus propios intereses (que obviamente no coincidían con los míos, eso es lo que más me atraía) buen aspecto, de figura esbelta; eso era todo lo que aparentaba ser... con esas pocas cosas logró tenerme complemente a sus pies, y no es que diga que soy fácil, sino que declaro ser una persona que detesta estar sola. Siempre que alguien me pregunta "¿Tenés novio?¿Estás con alguien?" La mayoría de las veces contesto "Si, algo tengo". ¿Demasiado estúpida? Tal vez. Un amor apresurado y mágico, inexplicable, que nace de algún lugar incierto de uno mismo, eso era lo único que yo quería y pedía.

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